El día que bombardearon el pueblo natal de la Virgen María
No me parece buena costumbre transcribir, sin más, artículos periodísticos extraídos de internet. En esta ocasión haré una excepción. Se trata de un artículo escrito por Annie C. Higgins en diciembre de 2003 (atención a la fecha). El cuerpo del texto supone, al cabo, una de las típicas historias, mejor o peor escritas, sobre refugiados. Podríamos borrar todas las referencias toponímicas o incluso eliminar del texto a los personajes que aparecen y obtendríamos una historia genérica sobre los Darfur, Tindouf, Shabra, Chatila, Jenin o Ingushetia que existen.
Lo que me ha llamado la atención de este artículo, y esta es la razón de haberlo rescatado del océano de internet es su título: El día que bombardearon el pueblo natal de la Virgen María.
Dice así:
Safuria, Líbano.
Justo en las afueras de Trípoli en el norte del Líbano se encuentra el campo de refugiados Nahr al-Barid. Fue el primer campo de refugiados establecido para palestinos en Líbano, y sigue siendo el hogar de esta gente de inmensa paciencia y esperanzas, que viven en el exilio desde hace cincuenta y cinco años. Abrigaba el deseo de volver a Nahr al-Barid, que había visitado brevemente en esta misma época hace dos años.
Llevé conmigo fotografías que había tomado allí; una era del señor Salim Abu- Ghunaym, que nos había contado de la huida de su familia de Safuria en 1948 cuando era muchacho. Primero encontré a su sobrina y cuando ella llevó la foto a su tío, su mujer supo de inmediato quién la había tomado: "¡Fue la que hablaba dialecto egipcio!" Recuerdo cómo me había pedido que lo disculpara en un momento en el que sus recuerdos lo colmaron de emoción. Pero volvió, fresco y sonriente, diciendo: "Bendito sea Dios/Alhamdulillah." No perdió tiempo con quejas o acusaciones.
También recordé que aprendí algo nuevo y perturbador. Su aldea, Safuria, fue el primer sitio que los comandos judíos bombardearon desde aviones. [Fue antes de que se declarara el estado de Israel, por lo tanto no eran aún israelíes.] Safuria es también el pueblo natal de la madre de la Virgen María, y tiene un antiguo monasterio/dayr dedicado a ella, Dayr Santa Ana. Así que atacaron por avión primero el recuerdo de la abuela de Jesús.
Durante esta visita, escuché nuevos hechos sobre la aldea que me recordaron mis lecturas de la Biblia. Salim, o Abu Bahaa' como lo llaman, se excitó al recordar antiguas escenas, e insistió en nombrar los sitios con exactitud. Cuando no podía recordar un nombre, hacía que su sobrina corriera a la casa de al lado a preguntar a su madre. Mientras pintaba los huertos en su imaginación, nos encontrábamos a oscuras como sucede a menudo todos los días en los campos de refugiados, escasos de electricidad. Iluminaba un sitio en la oscuridad con una pequeña luz roja de la linterna/fannous en su llavero. Entonces, en segundos, las luces de repuesto, alimentadas con baterías, se encendían. Me encantó la pequeña linterna, así que me la obsequió, con una típica generosidad árabe.
Más adelante en Beirut, un pequeño amigo se fascinó ante la pequeña linterna/fannous. Con su curiosidad de niño de tres años, Giorgio descubrió cómo encenderla. No podía dejar de jugar con la pequeña luz roja. Incluso la encontró en el bolsillo con cremallera de mi inmensa bolsa. ¡Evidentemente se había ganado la lucecita!
Pero mientras tanto aquí en Nahr al-Barid, Abu Bahaa' siguió reconstituyendo un cuadro que incluía a la comunidad cristiana armenia que se había establecido allí después de la guerra, y que luego huyó como lo hicieron todos al oír que venían los judíos. Hizo un gesto de dolor al recordar los inolvidables alaridos de las ovejas cuando les disparaban. Seguro que ese terror no fue el legado del Buen Pastor que había recorrido estas regiones. Pero lo que me sorprendió fue cuando me contaron de los dos Belén diferentes. Él recordaba los olivares de Belén Efrata en esta región norteña cerca Nazaret.
Mas tú, Belén Efrata,
pequeña para estar entre las familias de Judá,
de ti me saldrá el
que será Señor en Israel;
y sus salidas son desde el principio,
desde los días de la eternidad.
(Miqueas 5:2-3)
Belén en su niñez, explicó Abu Bahaa', era diferente del Belén cerca de Jerusalén donde José el carpintero y la Virgen María fueron para que naciera Jesús
Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén,...
San Lucas 2:4.
Dos mil años más tarde, todos los que consideran que Jesús es el Mesías, o Cristo, tanto cristianos como musulmanes, fueron expulsados de la aldea de la madre de la madre de Jesús. Pensaron que sería por algunas semanas, hasta que se detuvieran los ataques. Cinco decenios más tarde siguen exiliados de su amada patria. Partieron apresurados, algunos descalzos, y huyeron hasta llegar a pie a Nahr al-Barid, un viaje que toma unas tres horas en coche por rutas modernas. Pensemos en la Virgen María, corriendo descalza en Safuria, donde se preserva una huella en piedra, que dicen es de ella.
Parte de mi propósito en los campos de refugiados es preservar, aunque no sea en piedra, las voces de los poetas locales. Un joven poeta, estudiante universitario, prestó especial atención cuando mencioné el campo de refugiados Balata, cerca de Nablús, una ciudad famosa por la preservación de sus antiguas moradas, la mayoría de las cuales han sido diezmadas por el ejército israelí en los últimos años. Un resto de los judíos originales siguen residiendo en paz y seguridad en Nablús, como lo han hecho a través de los ciclos de conversiones al cristianismo y al Islam. Nablús, la ciudad conocida por su antigua arquitectura y por sus dulces y el jabón de aceite de oliva de la actualidad: el joven poeta se preguntaba si allí yo había oído hablar de alguien con su apellido. Su padre y su tía huyeron de Palestina en 1948 y a pesar de continuos intentos de comunicarse durante cinco décadas, jamás han logrado encontrar un indicio de la familia que dejaron atrás.
A los que consideran a Jesús como Mesías, o Cristo, incluyendo a musulmanes y cristianos, no les permiten que retornen a su patria, que es la patria de Jesús. El Mesías, o Cristo, es universal. Así también lo es el amor a la patria. Igualmente el trato a seres humanos como humanos. Es mi esperanza que mis correligionarios y especialmente mis conciudadanos se enterarán de que los musulmanes también honran a Jesús como el Mesías, o Cristo, el hijo de la Virgen María, y que veneran la historia de su cura de los enfermos y su alimentación de la multitud como lo testimonia la Biblia y el Quran; y mi doble esperanza es que mis correligionarios recordarán que los judíos expresan el espíritu de compasión y justicia que Jesús enseñó y practicó.
Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud.
Salmos 98:9
En Cana [Qana] de Galilea, Jesús convirtió el agua en vino hace milenios.
En Cana [Qana], bombas israelíes aerotransportadas, acabaron en 1996 con las vidas de refugiados que se guarecían en un complejo de la ONU. Robert Fisk menciona una "extraordinaria" observación que un superviviente hizo a un visitante estadounidense, sin darse cuenta de que era judío:
"No hay que acusar a todos los judíos. Algunos judíos son buenos y
han dicho la verdad sobre lo que nos sucedió. Hay judíos en EE.UU.
que tratan de ayudarnos y que no apoyan lo que nos hacen los israelíes."
Robert Fisk, Pity the Nation, 2002, página 685.
Esta declaración inspira, pero no es extraordinaria. Escucho este abrazo natural de humanidad todos los días de árabes, la mayoría musulmanes. Escucho esta aceptación positiva de los judíos repetida y sinceramente de palestinos que viven en el exilio.
Si los musulmanes pueden decir esto de judíos, ¿no podemos nosotros, y me dirijo especialmente a mis queridos cristianos de extracción occidental, abrir también nuestros corazones a una visión realista y humana de nuestros prójimos? ¿No podemos hacer el esfuerzo de poner en duda la propaganda que genera el miedo repetida y continuamente como la gran mentira que representa, y saludar la oportunidad de encontrar sitio en nuestros corazones, nuestras mentes y conversaciones para una visión real de nuestros vecinos?
¿Quién es mi vecino?
Jesús respondió con una parábola en la que menciona al Buen Samaritano, tan famoso en la actualidad. La Humanidad es nuestro vecino. Por favor, recuérdenlo y difúndanlo.
El pobre y rico Rey Herodes temía que un niño se apoderara de su corona. Sus temores lo llevaron a masacrar bebés. Pero sus sospechas eran irrelevantes: el "rey" que consideraba como rival tenía una misión espiritual, no política. Mi esperanza es que mis conciudadanos dejarán de lado sus temores de musulmanes y judíos y de seres humanos deshumanizados, y que dejarán de apoyar políticas que asesinan a los inocentes. Los temores se convierten en políticas que masacran a los inocentes igual como en tiempos de Herodes. Debemos desarrollarnos más allá de Herodes. Debemos dejar pasar un poco de luz y dejar de creer en mentiras sobre sectores enteros de la población del mundo.
Como el pequeño Giorgio con la linterna, busquemos esa luz y amémosla, aun si nos trae sólo un poco de luminosidad.
30 de diciembre de 2003
Después de varias entradas a este blog por fin me voy a decidir a incluir unas palabras, aunque debo decir que, por razones que no vienen al caso, me encuentro bastante desentrenada.
ResponderEliminarPara introducir algo ligerito: respecto al tema de la COPE, ¡otra vez!, debo decir que el programa de Jiménez Losantos, me ha ayudado en muchas ocasiones a salir de casa con la suficiente adrenalina en los circuitos para enfrentarme a una larga jornada de trabajo. Todos esos improperios lanzados, enlazados y constantes, me han servido y sirven para mantenerme alerta y seguir luchando por otras formas, otras ideas, otros argumentos necesarios para no dejarme llevar por la inercia de este mundo en que vivimos.
En cuanto a lo de "rev/batir" y aunque supongo que ha sido un lapsus mecanográfico, quiero recordaros que rebatir se escribe con "b". Por favor no es mi intención que nadie se sienta ofendido.
Respecto al conflicto de Oriente Próximo, en este momento sólo diré que lo que allí sucede es absolutamente inaceptable, es un auténtico terrorismo de estado, es la lucha de David contra Goliath, consentida por aquellas naciones "defensoras" de la libertad, la democracia y el libre comercio. ¿Simple? Sí, pero es lo que es. Ahora, podéis empezar a divagar.
Hasta luego Lucas.
Aclarar que cuando digo libre comercio, digo literalmente libre, es decir, sin restricciones, sin controles, lo que significa que se vende lo que ellos dicen.
ResponderEliminarMuy documentado y provocador, como a mí me gusta. Muchas gracias por tus intervenciones, bizarro, empiezo a considerarte como uno de los principales activos de este blog. Probablemente erré al dinfundir el artículo de Annie C. Higgins en el que, efectivamente, se emplea un lenguaje a menudo sensiblero. Además me he traicionado a mi mismo al escoger este y obviar los centenares de artículos leídos y releídos de un Chomsky o un Petras a lo largo de los últimos años. Acaso el valor de la Higgins sea que su escrito fue redactado a “pie de obra”. No lo sé. Insisto en que no pude resistirme al título del artículo: El día que bombardearon el pueblo natal de la Virgen María… vale por todo el artículo, no hacía falta seguir leyendo.
ResponderEliminarAhora bien, bizarro, incurres en el mismo error que tratas de denunciar. Las referencias al Nabucco, la Soah, o el regreso a la “patria prometida” (por cierto, prometida, ¿por quién?, ¿a quién?, ¿cuándo?, ¿tenían capacidad de obrar, en sentido jurídico, los intervinientes en este supuesto pacto?...) son metafísicas. Todavía peor, podría calificarlas de “refutaciones de naturaleza sofística”, en el sentido que Gustavo Bueno da a este sintagma, esto es: en lugar de mantenerte en el terreno específico de la cuestión derivas hacia composiciones genéricas no esenciales o pertinentes, añadiendo fenómenos sucesivos al campo del debate. Así hasta el infinito. Además, parece que exigimos a la pobre Higgins dar cuenta del holocausto sufrido por el pueblo judío como parte introductoria de sus artículos, si no lo hace así, entonces la tachamos de parcial.
Sinceramente, creo que todavía no nos hallábamos en el momento procesal oportuno para mencionar el holocausto, las persecuciones medievales y demás tópicos. El terrorista Arafat ha convivido, ha luchado, y ha negociado a lo largo de su vida con los terroristas Shamir, Stern, y demás respetables dirigentes israelíes. Terrorista por terrorista, los Hizbullá o Hamas podrían competir sin grandes problemas con los Irgun o los Lehi, como grupos homólogos en la lucha por la patria.
Cada grupo contendiente dispone de suficiente arsenal dialéctico, o de “argumentario”, como se dice ahora, para aburrir, para mantenerse en sus posiciones. El caso es si Occidente, desde donde escribimos, puede justificar que un ejército de ocupación tenga derecho a bombardear hospitales, centros de transformación eléctricos, carreteras, puentes, puestos ocupados por observadores de las Naciones Unidas, y demás objetivos civiles apelando a un supuesto contrato suscrito “in illo tempore” entre Dios y el pueblo elegido. Para terminar esta respuesta improvisada, como nota culta, a cambio de tu mención del Nabucco, te recomiendo la reveladora obra escrita por un judío de pro, Segismundo Freud, titulada Moisés y la religión monoteísta, Alianza Editorial, muy reveladora sobre la idiosincrasia del pueblo hebreo. No recuerdo si fue al final de esta obra o en las memorias de Stefan Zweig donde leí que el propio Freud se arrepintió al final de su vida de haber escrito el Moisés… pero no por su interpretación psicoanalítica de su pueblo (que no lo deja en muy buen lugar, por cierto) sino por el momento en que salió publicado (en pleno auge del nacionalsocialismo). Un saludo.
Bueno bizarro, a ver como me queda el comentario.
ResponderEliminarEsto es lo que yo llamo divagar. Es decir, buscar explicaciones en el pasado, muy pasado a las matanzas de hoy en día. Sé que somos producto de la historia, pero esta y sobre todo si es tan antigua no puede servirnos para explicar o justificar masacres de hoy en día. Por otro lado las muertes creo que son siempre muy difíciles de justificar. Sea una o 6.000.000.
No hay que olvidar que Israel y su situación geográfica actual son producto del acuerdo de terceros.
El mencionar a los 6 millones del Holocausto, me sirve para decir que este es uno de los argumentos más débiles para mí para justificar ninguna muerte posterior. Es decir, ¿es que Israel va a seguir hasta que alcance esa cifra y sólo entonces estará tranquilo y dejará tranquilos a los habitantes de esta zona? Entonces estamos hablando del "ojo por ojo".
Creo que por mis palabras se puede entender que no justifico tampoco las muertes que se producen por Hezbolá, pero Israel no es ninguna víctima.
Por cierto, Sigmun Freud será actualmente poco valorado, pero siempre esta ahí, siempre se le tiene en cuenta, y por lo que yo sé ha influido de gran manera en la Psicología actual.
Me ha gustado el artículo incluido por Juan Carlos Paredes. A algunos les parece "... demagógico ... sensiblero ... parcial". Considero que se trata de un relato que cuenta una experiencia en medio de una realidad terrible y aún así ha conseguido guardar un tono no sólo correcto, sino incluso lindo. Sin duda todos vamos a ser parciales en un problema tan terrible. Todos nos estamos posicionando, resultando al final parciales. Cuando el careo llega a una cierta temperatura, resulta muy difícil no resultar demagógicos. Podemos empezar más o menos razonables, pero al final ....
ResponderEliminarAsí que demagógico y parcial no me parece destacable. Pero sensiblero lo aplaudo. Así ha conseguido recordarnos que estamos hablando de personas. Pero no porque nos lo digan: "... las muertes creo que son siempre muy difíciles de justificar. Sea una o 6.000.000 ...", sino porque lo estamos sintiendo. Estamos sintiendo que somos ese niño con esa luz roja. Volvemos a recordar que somos personas, que nos emocionamos, y que perdemos el interés por esas justificaciones para matar.
Recuperada esta sensibilidad y esta sensación de ser personas vulnerables y falibles, tenemos que tratar de entender que los buenos y los malos están a ambos lados (como en la guerra civil española, en que se asesinó por los dos lados).
Todos tenemos derecho a vivir, a tener una residencia ... en definitiva, tenemos que intentar ver a los dos contendientes, con sensibilidad. No tenemos derechos humanos porque lo ponga un papel. Tenemos que sentirlo. No hay que razonar que un judío o un musulman tienen derecho a tener una residencia en la que vivir tranquilo. No lo razonemos, hay que sentirlo.
Insisto, me ha encantado el artículo.
Entonces, cual es la cuestión.
Pues es tan antigua como sencilla. El eterno debate del fin y los medios. Aquí todos (unos más que otros) estan partiendo de entender el origen de la legimidad de cada uno de los dos pueblos a vivir y residir en las tierras en conflicto. Estoy de acuerdo en que este es el punto de partida correcto, por si alguien se quiere saltar la cola y robar los derechos de otros. Pero este es ya un problema muy difícil que, no con todo atado, se pretenden justificar todas las demás atrocidades. Y aquí hay que volver a recordar que las dos partes están cometiendo atrocidades.
Yo considero, que si se es capaz de estudiar el problema con un poco de imparcialidad (casi imposible por lo intoxicado que está el conflicto), veríamos que las dos partes tienen derecho a vivir y compartir territorios. Los dos contendientes están envenenados por el odio, y los dos contendientes lo están haciendo mal. Todo esto ya no es racional, por eso hace tiempo que yo he dejado de razonar en los distintos debates desde el punto de vista de quien tiene más razón, porque ninguno la tiene. Esto es algo visceral. Como los Capuleto y los Montesco de "Romeo y Julieta" de Shakespeare. Para mi no hay buenos y malos. Nadie tiene razón. Sólo hay odio. Así nadie puede plantear la cuestión. Siempre se dirá, este mató a ese y el otro a aquel. No llegamos a ninguna parte. No lo vemos, y no vamos a aportar ninguna solución al conflicto. Muy al contrario. Lo único que vamos a hacer es dar más razones a los que matan para que sigan matando. Si acaso, que se han olvidado de cargarse a alguien.
La sensación que se nos queda cuando termina "Romeo y Julieta" es lo estúpidos que somos. Porque todos lo hacemos a nuestro nivel. Todos matamos las ideas de los demás. Yo mismo lo estoy haciendo ahora.
Hasta que las dos partes no se den cuenta del absurdo de matar al enemigo no se conseguirá nada. Hasta que suframos por el duelo del otro como algo propio no vamos a conseguir nada. Ahora sólo se busca como fastidiar. Cómo hacerlos sufrir.
Yo soy optimista. Porque no se puede sufrir hasta el infinito. Por muy torpes que seamos, al final uno se cansa y se da cuenta de que no se llega a ninguna parte.
Europa en la Edad Media estaba mandada por personas, por familias. La codicia por los bienes de los otros era lo que conducía a la guerra y el horror. Ahora Europa, al menos en parte, está mandada por las personas, que en definitiva lo que quieren es vivir tranquilos, por eso se ha terminado con el colonialismo, entendido a la antigua usanza (porque ya veo el debate de las multinacionales y el dinero).
Oriente próximo está secuestrado por la religión, la ideología y el nacionalismo. Estas tres están manipuladas por unos pocos, que son lós únicos que ganan algo con todo esto. Cuando el pueblo, todo él, unos y otros, se den cuenta porfin de esta manipulación, y quieran porfín vivir en paz, a estos pocos se les terminará el cuento.
De momento, con nuestra ira en un sentido u otro no vamos a conseguir más que estos pocos sigan legitimados.
Vamos a dejar de posicionarnos, en el sentido de ser pro-israelitas o pro-palestinos. Vamos a dejar de decir que unos u otros son las auténticas víctimas. Porque lo son todos, los dos pueblos. Vamos a construir, no a destruir. Los tanques están disparando, pero también están estallando en los autobuses de los ciudadanos israelitas, víctimas de las bombas y víctimas de los líderes manipuladores.
Procedo a tomar nota del siguiente apunte recogido de internet (si bien la pista del error que se menciona en el texto la obtuve de Gustavo Perednik, en la revista EL CATOBLEPAS, agosto 2006)
ResponderEliminarCANA DE GALILEA
Se habría generado un error histórico/geográfico, a raíz de los nombres homónimos de dos ciudades del Oriente Medio: la histórica Caná de Galilea (donde Jesús realizó su primer milagro, la transformación de agua en vino), y Qaná de Fenicia, recientemente bombardeada por Israel. Una está en la antigua Galilea de Palestina; la otra, en los asientos fenicios del Líbano. Caná de Galilea se ubicaría sobre el acueducto kinneret Negev, a unos 43 kilómetros de Qaná de Fenicia; a unos 17 kilómetros al norte de Nazaret; a 28 kilómetros al este de Haifa y a 21 al oeste de Magdala.
Norberto jose vestidelli
vestidelli@argentina.com
Cóndor Huasi, Catamarca
Paso a comentar algunas observaciones hechas por BIZARRO:
ResponderEliminarEfectivamente, revisando tu escrito, no encuentro ninguna mención sobre la “patria prometida”. No hacía falta que emplearas este sintagma expresamente porque, a cambio, resulta implícito a lo largo del texto. Así, expresiones como “pueblo judío”, “psique judía”, “la Biblia como registro histórico de ese pueblo”, “mismo origen y mismo destino histórico” no dejan lugar a la duda y remiten incesantemente al célebre contrato celebrado “in illo tempore” entre un supuesto Dios creador y protector y un supuesto “pueblo judío” protegido. A propósito, en relación con la también supuesta unidad de tal pueblo, resultaría curioso encontrar las diferencias socio-políticas entre los grupos sefardíes y los ashkenazíes que actualmente comparten territorio en el estado de Israel. Por no hablar de las minorías rusas y sudanesas (los conocidos “falashas”), que acaso podrían expresar alguna enmienda a tus palabras de “conciencia nacional” (salvo que este concepto sea en realidad un elemento puramente ideológico).
Es probable que Freud esté actualmente poco valorado, pero, como dice Mapi, habrá que tenerlo en cuenta porque siempre sale como referencia. En cambio, bizarro, acudes al historiador Flavio Josefo cuando ya es lugar común que este es un autor comodín que sirve para demostrar un hecho y su contrario.
A menudo olvidamos que los israelitas ya no existen. Son cosa del pasado. Como ha dicho Sánchez Ferlosio, Israel no fue obra de gentes dispersas y heterogéneas: fue un Estado europeo fundado a ciencia y conciencia por europeos; por numerosas que fueran las comparsas adheridas, el núcleo protagonista fueron los sucesores de las comunidades judías que habían constituido la flor y nata cultural, profesional e intelectual de las elites de la media y alta burguesía europea. Lo que se fundó en Palestina respondió casi exactamente a lo que, en 1895, había prospectado Theordor Herzl en su obra Der Judenstaat, concebida a raíz del caso Dreyfus: “Para Europa constituiríamos allí un lienzo de muralla contra Asia; seríamos el centinela avanzado de la civilización contra la barbarie” (aunque no habían sido, ciertamente “asiáticos”, sino europeos, los que persiguieron a Dreyfus, como europeos serían los autores del espantoso genocidio que Herzl tuvo la suerte de no conocer).
Para concluir mi comentario, una nota más, Bizarro dice: “En noviembre de 1947, las Naciones Unidas votaron la partición entre judíos y árabes, la cual fue rechazada por árabes y británicos. El 14-05-48 cedieron los británicos y se proclamó el Estado de Israel.” ¿Así de fácil? ¿Seguro que no tuvo nada que ver en la operación la voladura en julio de 1946, del hotel Rey David de Jerusalén, sede de la administración militar y civil británica, donde murieron 96 personas, entre ellas, británicos, árabes y judíos? ¿y el asesinato por Stern del conde Folke Bernadotte, un mediador designado por la Organización de las Naciones Unidas? ¿Cuántos actos terroristas y de limpieza étnica fueron necesarios para que al final “cedieran” tanto Naciones Unidas como Gran Bretaña? Espero respuestas pronto.
Saludos.