El juicio del 11-M y la conspiración
Ha comenzado el esperado juicio por el 11-M. El tema dará que hablar - ya lo está haciendo, y no llevamos ni una semana de vista- así que tendremos tiempo para ir comentando lo que dé de sí, o lo que dé de no, tan importante acontecimiento.
De momento llama la atención la consideración que las dos principales emisoras de radio de España tienen hacia esta causa. En el breve espacio de tiempo que dura un “zapeo” (y perdón por la expresión porque, según la última edición del DRAE, tan solo se zapea viendo televisión) pude oír en la SER que estamos ante un juicio histórico contra el terrorismo de Al-Qaeda; que se celebrará con las debidas garantías constitucionales; y patatín y patatán. Mientras, en otra parte del dial (COPE), se hablaba de “coreografía”, de “teatrillo”… en definitiva, de engaño y manipulación…
Esta segunda línea de pensamiento me resulta realmente inquietante. No sé si responde a esa estrategia que el propio Losantos plantea en su último libro –De la noche a la mañana, 2006, La Esfera de los Libros- en el sentido de exagerar la nota en sus programas con el fin de llamar la atención y convertirse en alternativa real en las ondas radiofónicas. Lo desconozco porque lo ignoro. Al parecer, según Losantos et altrii, los atentados del 11-M habrían sido realizados por la ETA o los servicios secretos españoles –o ambos al tiempo- de manera que todas las pruebas que se han presentado a juicio serían falsas, mientras que las verdaderas estarían ocultas en estos momentos que tú, desocupado lector, pierdes el tiempo leyendo este blog. Los moros acusados –“pelanas de Lavapiés”- nunca habrían dispuesto ni de la capacidad ni de la tecnología necesaria para llevar a cabo semejante acción… tal teoría, “teoría de la conspiración”, que se llama, solo sería conocida por Losantos, Pedro J. Ramírez y varios centenares de colaboradores necesarios entre los que se encontrarían los propios “pelanas de Lavapiés”, policías, confidentes, mineros, guardias de prisiones, secretarios de juzgados, guardias civiles, cajeras de supermercado (y no es broma), sus respectivas parejas, sus respectivos amantes y familiares en primer y segundo grado de consanguinidad… En definitiva, de ser cierto esto, de estar media España en el ajo de lo que “realmente” sucedió según la COPE y EL MUNDO, me pregunto cómo diablos se ha podido montar el juicio sobre el 11-M o la mayor infamia de la historia universal, y que no se haya montado la de San Quintín.
Para encontrar una explicación acaso habrá que prestar atención a las palabras de Pablo Sebastián en su periódico “on line” La Estrella Digital en su edición de ayer, jueves 15 de febrero. Así, según Sebastián, “en el trasfondo político de está polémica hay una secuencia clara que llevó al PP a la derrota electoral del 2004: Aznar metió a España en una guerra ilegal en Iraq —ahora ha reconocido, cuatro años más tarde, que fue un error—; los terroristas islámicos pusieron nuestro país en su punto de mira y ejecutaron los atentados; el Gobierno de Aznar no quiso reconocer hasta que detuvo al comando la autoría islámica de la masacre; y tras mentir a los ciudadanos insinuando la autoría de ETA, perdieron el 14M las elecciones generales. Ese Gobierno del PP, hasta el traspaso de poderes, siguió la investigación y confirmó la autoría islámica que luego ellos mismos han puesto en cuestión”. En definitiva, no han asimilado la derrota electoral.
Dejo a la consideración de los visitantes del blog cual de las dos versiones es más “potente”: la conspirativa o la oficialista.
De momento llama la atención la consideración que las dos principales emisoras de radio de España tienen hacia esta causa. En el breve espacio de tiempo que dura un “zapeo” (y perdón por la expresión porque, según la última edición del DRAE, tan solo se zapea viendo televisión) pude oír en la SER que estamos ante un juicio histórico contra el terrorismo de Al-Qaeda; que se celebrará con las debidas garantías constitucionales; y patatín y patatán. Mientras, en otra parte del dial (COPE), se hablaba de “coreografía”, de “teatrillo”… en definitiva, de engaño y manipulación…
Esta segunda línea de pensamiento me resulta realmente inquietante. No sé si responde a esa estrategia que el propio Losantos plantea en su último libro –De la noche a la mañana, 2006, La Esfera de los Libros- en el sentido de exagerar la nota en sus programas con el fin de llamar la atención y convertirse en alternativa real en las ondas radiofónicas. Lo desconozco porque lo ignoro. Al parecer, según Losantos et altrii, los atentados del 11-M habrían sido realizados por la ETA o los servicios secretos españoles –o ambos al tiempo- de manera que todas las pruebas que se han presentado a juicio serían falsas, mientras que las verdaderas estarían ocultas en estos momentos que tú, desocupado lector, pierdes el tiempo leyendo este blog. Los moros acusados –“pelanas de Lavapiés”- nunca habrían dispuesto ni de la capacidad ni de la tecnología necesaria para llevar a cabo semejante acción… tal teoría, “teoría de la conspiración”, que se llama, solo sería conocida por Losantos, Pedro J. Ramírez y varios centenares de colaboradores necesarios entre los que se encontrarían los propios “pelanas de Lavapiés”, policías, confidentes, mineros, guardias de prisiones, secretarios de juzgados, guardias civiles, cajeras de supermercado (y no es broma), sus respectivas parejas, sus respectivos amantes y familiares en primer y segundo grado de consanguinidad… En definitiva, de ser cierto esto, de estar media España en el ajo de lo que “realmente” sucedió según la COPE y EL MUNDO, me pregunto cómo diablos se ha podido montar el juicio sobre el 11-M o la mayor infamia de la historia universal, y que no se haya montado la de San Quintín.
Para encontrar una explicación acaso habrá que prestar atención a las palabras de Pablo Sebastián en su periódico “on line” La Estrella Digital en su edición de ayer, jueves 15 de febrero. Así, según Sebastián, “en el trasfondo político de está polémica hay una secuencia clara que llevó al PP a la derrota electoral del 2004: Aznar metió a España en una guerra ilegal en Iraq —ahora ha reconocido, cuatro años más tarde, que fue un error—; los terroristas islámicos pusieron nuestro país en su punto de mira y ejecutaron los atentados; el Gobierno de Aznar no quiso reconocer hasta que detuvo al comando la autoría islámica de la masacre; y tras mentir a los ciudadanos insinuando la autoría de ETA, perdieron el 14M las elecciones generales. Ese Gobierno del PP, hasta el traspaso de poderes, siguió la investigación y confirmó la autoría islámica que luego ellos mismos han puesto en cuestión”. En definitiva, no han asimilado la derrota electoral.
Dejo a la consideración de los visitantes del blog cual de las dos versiones es más “potente”: la conspirativa o la oficialista.
Ya lo he escrito con anterioridad en este blog, pero lo vuelvo a escribir. Yo ya había decidido votar a Izquierda Unida antes del fatídico atentado. Había votado con anterioridad al Partido Popular y consideraba que su paso por el poder debía terminar. Pero soy consciente de que en la mayoría de mis votaciones no suelo estar en sintonía con el resto de la sociedad. Pero esto no me amilana, y yo participo con mi granito de arena.
ResponderEliminarToda España era consciente de que el PP era el candidato destinado a ganar hasta que se montó la tangana PP-PSOE tras el atentado.
Yo pregunto: ¿qué más dará quién era el grupo terrorista? Al final ¿quién tiene la culpa del atentado: el estado o los terroristas?
Yo decidí cambiar mi voto, entre otras cosas, por estar en contra de la famosa guerra. Pero no va a cambiar mi voto un terrorista, si acaso, me confirma más en la idea opuesta que estos defiendan.
Tengo que decir que tras el atentado llegué a estar tentado a votar al PP, precisamente para evitar lo que pretendían los terroristas, pero finalmente me mantuve firme ante la tangana política.
Ya sé que los del PSOE me tachan de ingenuo, pero si un ciudadano es maduro y con criterio no se puede dejar llevar por terroristas.
Solicito realizar el siguiente ejercicio:
Supongamos que el PSOE gana las siguientes elecciones por mayoría absoluta, y que confiados en su apoyo social quieren ir más lejos en sus convicciones (igual que hizo el PP) y empieza a tomar decisiones más drásticas de lo que sería un pais laico, para llegar a ser un gobierno anticlerical que suponga grandes tensiones sociales que desencadenaran en actos violentos por parte de ultraderechistas, como falanje ... ¿Estos actos violentos son culpa del gobierno o de los delincuentes que los han cometido? ¿Hay que votar en contra del gobierno (quien así lo creyera) por anticlerical o por los delincuentes ultraderechistas?
Estoy bastante de acuerdo con Julio. Si acaso, considero que no da igual quién haya sido el grupo terrorista que cometió el atentado del 11-M. Las repercusiones son completamente distintas en un caso (ETA) como en otro (Al-Qaeda) y lo mejor será dejar aquí el tema porque nos llevaría a otro debate de mayor envergadura (quede dicho también que no eludo este debate, simplemente lo pospongo para no perdernos).
ResponderEliminarTambién pienso que una cosa es la culpa y otra la responsabilidad. La culpa del atentado es del grupo terrorista que lo comete, mientras que la responsabilidad (de haberlo evitado) es de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, con el ministro del interior al frente, y con el Presidente del Gobierno a la cabeza.
No me interesa especialmente el mecanismo psicológico que lleva a cada cual a decidir su voto (miedo, terror, pavor, duda, sensación de seguridad…) que cada uno consulte con la almohada. En mi caso voté a IU como afiliado de esta coalición, y acepté la victoria del PSOE como mal menor ante el panorama político y social de España durante los ocho años anteriores (en especial los últimos cuatro de mayoría absoluta del PP).
En relación con el juego que nos propone Julio, creo que queda contestado en el párrafo dos. Atentamente.
"Tengo que decir que tras el atentado llegué a estar tentado a votar al PP, precisamente para evitar lo que pretendían los terroristas, pero finalmente me mantuve firme ante la tangana política"
ResponderEliminarPor una parte, Julio, me parece muy arriesgado aventurar de ese modo las intenciones de los terroristas. En cualquier caso, aunque estoy en contra de culpar al gobierno de los atentados (como ha hecho siempre el PP desde el de Tomás y Valiente cuando no está en el poder), también lo estoy de premiarlo con el voto precisamente por un atentado.
En fin, matices que no alteran lo fundamental, en lo que estamos de acuerdo