Solución al gazapo
No había tal gazapo. ¿O sí lo había?: en realidad se trataba de una trampa y el gazapo lo constituía el texto en su integridad. El error consistía en que no había error. Todos aquellos que hayan leído y releído el prebenedictino texto habrán experimentado la misma perplejidad que sintió quien esto suscribe con la lectura del Pierre Menard autor del Quijote, del gran Jorge Luis Borges. Quien haya leído este cuento sabrá de qué le hablo. El que no lo haya leído, ¡ya se está poniendo a ello!
En el caso que nos ocupa se trataba de conseguir que el lector cuestionara todas y cada una de las palabras o expresiones empleadas por Ratzinger (o su negro) en el texto seleccionado con el fin de averiguar dónde se escondía el gazapo. Un lector crítico a buen seguro esperaría toparse con interpolaciones o cambios de sentido en algunas oraciones… Asimismo, imagino que la curiosidad del entomólogo habría llevado a más de uno a sospechar de alguna parte del texto considerando finalizado el juego. Error. Todas y cada una de las barbaridades que Ratzinger (o su negro) manifiesta en el texto son originales suyas (o de su negro), ninguna es invención de un servidor. No había gazapo.
Ratzinger -que no es ningún Borges, como queda demostrado en el texto-, ha logrado el dudoso honor de dilapidar el poco bagaje de racionalidad que le quedaba a la Iglesia Católica. Para comentar el milagro de los panes y los peces no se le ocurre mejor cosa que contar dos casos igual de inexplicables que aquel que da origen a su disertación. En el primero de ellos, el encargado de calcular el número de hostias para repartir entre los comulgantes no está muy afortunado y resulta que, al final, faltan hostias. Solución: “Estad tranquilos y repartid, que llegarán para todos”. Y así fue. En el segundo caso ya no son hostias, ahora son castañas. La madre de Don Bosco asa castañas para diez comensales cuando debería haber hecho para más (pongamos el doble, a juzgar por la reacción de la pobre mujer –“se quedó horrorizada”, dice el texto-). Una vez más, Don Bosco pronuncia las palabras mágicas: “No te preocupes, reparte y llegarán, incluso sobrarán”. Y de hecho, así ocurrió también en esta ocasión.
¿No habría sido más fácil aunque, eso sí, menos literario, pensar que los encargados de las provisiones –hostias y castañas respectivamente- estaban en Babia en el momento de calcular el condumio? ¿Qué dato conocía Don Bosco que los demás ignoraban para manifestarse con tanta seguridad: “reparte y llegarán, incluso sobrarán”.? ¿A quién pretenden engañar? ¿Le llamamos “milagro” a esto y ya lo solucionamos todo?
Tengo para mí que, en general, el problema que nos plantean los milagros no está en el hecho, sino en la interpretación que se da a ese hecho. No dudo de que haya gente que regrese de Fátima sin su bronquitis crónica, pero resulta intolerable que haya quien lo explique recurriendo al milagro. De este modo se explica lo oscuro por lo más oscuro: la curación inexplicable por el milagro, que en sí mismo es inexplicable… Ratzinger es hijo de su tiempo y, aunque gran hombre, dotado de grandes valores, es incapaz de disimular su marcada ideología. En cualquier caso, para cerrar el tema, quede dicho que por ahí se está contando que con cuarenta castañas podemos dar de comer a cientos de jóvenes… ¡incluso sobrarán!
En el caso que nos ocupa se trataba de conseguir que el lector cuestionara todas y cada una de las palabras o expresiones empleadas por Ratzinger (o su negro) en el texto seleccionado con el fin de averiguar dónde se escondía el gazapo. Un lector crítico a buen seguro esperaría toparse con interpolaciones o cambios de sentido en algunas oraciones… Asimismo, imagino que la curiosidad del entomólogo habría llevado a más de uno a sospechar de alguna parte del texto considerando finalizado el juego. Error. Todas y cada una de las barbaridades que Ratzinger (o su negro) manifiesta en el texto son originales suyas (o de su negro), ninguna es invención de un servidor. No había gazapo.
Ratzinger -que no es ningún Borges, como queda demostrado en el texto-, ha logrado el dudoso honor de dilapidar el poco bagaje de racionalidad que le quedaba a la Iglesia Católica. Para comentar el milagro de los panes y los peces no se le ocurre mejor cosa que contar dos casos igual de inexplicables que aquel que da origen a su disertación. En el primero de ellos, el encargado de calcular el número de hostias para repartir entre los comulgantes no está muy afortunado y resulta que, al final, faltan hostias. Solución: “Estad tranquilos y repartid, que llegarán para todos”. Y así fue. En el segundo caso ya no son hostias, ahora son castañas. La madre de Don Bosco asa castañas para diez comensales cuando debería haber hecho para más (pongamos el doble, a juzgar por la reacción de la pobre mujer –“se quedó horrorizada”, dice el texto-). Una vez más, Don Bosco pronuncia las palabras mágicas: “No te preocupes, reparte y llegarán, incluso sobrarán”. Y de hecho, así ocurrió también en esta ocasión.
¿No habría sido más fácil aunque, eso sí, menos literario, pensar que los encargados de las provisiones –hostias y castañas respectivamente- estaban en Babia en el momento de calcular el condumio? ¿Qué dato conocía Don Bosco que los demás ignoraban para manifestarse con tanta seguridad: “reparte y llegarán, incluso sobrarán”.? ¿A quién pretenden engañar? ¿Le llamamos “milagro” a esto y ya lo solucionamos todo?
Tengo para mí que, en general, el problema que nos plantean los milagros no está en el hecho, sino en la interpretación que se da a ese hecho. No dudo de que haya gente que regrese de Fátima sin su bronquitis crónica, pero resulta intolerable que haya quien lo explique recurriendo al milagro. De este modo se explica lo oscuro por lo más oscuro: la curación inexplicable por el milagro, que en sí mismo es inexplicable… Ratzinger es hijo de su tiempo y, aunque gran hombre, dotado de grandes valores, es incapaz de disimular su marcada ideología. En cualquier caso, para cerrar el tema, quede dicho que por ahí se está contando que con cuarenta castañas podemos dar de comer a cientos de jóvenes… ¡incluso sobrarán!
Mi querido Juan Carlos. Tengo la sensación de que tienes un problema. Si estás tan en desacuerdo con la iglesia católica pues sencillamente ignórala. Ya sabes "no hay mayor desprecio que la falta de aprecio".
ResponderEliminarYo no soy musulmán y, mientras me dejen en paz, ya está. Puedo sentir curiosidad, igual que por todo, y dado el peso histórico, político, social ... que tienen, pues me puede interesar más que otra cosa. Pero si fuera musulman, estaría muy interesado, evidentemente, por sus dirigentes, intelectuales, críticos ...
Tu ya has dejado claro que eres ateo. ¿Qué persigues ahora? A los creyentes no les vas a convencer y a los ateos ya los tienes convencidos. ¿Porqué esa insistencia?
El Papa no va a cambiar la política económica de la Unión Europea. El Papa no va a cambiar de opinión a Bush en su política exterior. Si me lo permites, el Papa, en el mundo, pinta menos que el Rey de España, que firma las leyes, pese a que no tenga más remedio.
El Papa, eso si, es el dirigente de una sociedad privada muy importante, almenos por dos motivos: su número de afiliados y el dinero que mueven. Pero sigue siendo eso, una sociedad privada.
No he visto aún ninguna crítica al budismo, induismo, islamismo ... sociedades todas ellas con un peso de millones de personas y mucho dinero también. ¿Lo vas a hacer? ¿Con el mismo entusiasmo?
Tenemos también sociedades deportivas que mueven también grandes masas de dinero y de personas como la FIFA, NBA ... ¿Porqué te interesa más la iglesia si eres ateo?
Yo critico y me preocupo de cosas que quiero que mejoren como mi pais, mis aficiones, mi trabajo ... pero no hablo de cosas que no me interesan pues las tengo ya superadas. Se puede gastar una broma, pero no pierdo mi tiempo en cosas que tengo ya superadas como los signos del zodíaco. Me puede resultar gracioso gastar una broma, pero no hacer una tesis de algo que, el que está enganchado no me va a escuchar (o leer) y el que ya sabe que es una estupidez no le cuento nada que no sepa o le haga cambiar de parecer.
Yo no necesito gritar a los cuatro vientos que no creo en los signos del zodíaco, ni me hace falta decir que esos "fantasmas" que aparecen en televisión me parecen patéticos. No necesito dar ningún entusiasmo a la cuestión, pues me da igual.
Soy consciente de que van a seguir haciendo mucho dinero, pero eso no me hace escribir cartas a periódicos indignado por lo errático que estuvo ayer Rappel!!!
Mi respuesta “in extenso” a tu intervención lo encontrarás en otro apartado del blog (ver: http://paredesz.blogspot.com/2006/09/debe-un-ateo-preocuparse-por-dios-y-la_27.html). No obstante, no quiero dejar pasar la oportunidad de salir al paso de tu siguiente comentario: “No he visto aún ninguna crítica al budismo, induismo [sic], islamismo ... sociedades todas ellas con un peso de millones de personas y mucho dinero también. ¿Lo vas a hacer? ¿Con el mismo entusiasmo?”.
ResponderEliminarPara ello, aprovecharé un texto que redacté hace algún tiempo con motivo de un debate relacionado con las filosofías orientales. Creo que la idea que pretendo exponer aparece clara, pero si no fuera así es porque el texto está extraído tal cual. Creo que vale como respuesta a tus inquietudes sobre mi posición ante el budismo, etcétera, pero si lo deseas podemos seguir debatiendo sobre el particular:
(Febrero de 2005:)
“Conque dice Rimpoché que “somos lo que pensamos”... pues si a tí te vale. No sé qué te puedo decir yo. Como me pides una opinión te diré que, a mi modo de ver, es exactamente al revés: “pensamos lo que somos”. O, como diría Carlos Marx: “el ser determina la conciencia”. Tú puedes tener ideas de derechas, conservadoras, etcétera pero si de pronto te quedas sin empleo y el banco te embarga tus bienes ya verás qué pronto te “reconviertes” y te haces de izquierdas o te afilias a un sindicato. Rimpoché se mueve en un plano irreal. Su retórica burda solo sirve en nuestro mundo occidental para que todo siga igual. Mientras haya personas que inviertan su tiempo en la introspección las estructuras no cambiarán. Ese es el objetivo. No podría ser de otro modo porque estas creencias provienen de pueblos analfabetos y atrasados. No conocieron la filosofía griega. Insisto en la idea que ya escribí hace unos meses. Los Richard Gere de turno están haciendo un mal muy grande a este mundo. A ellos, tontos útiles, les da igual porque tienen sus cuentas corrientes a rebosar. Probablemente todo forme parte de un plan orquestado desde Washington.
Se trataría de alimentar todo aquello que tenga que ver con el Tibet (Dalai Lama incluido) para oponer un frente ante China. Potencia emergente y gran rival económico de los EE.UU. Lo más gracioso fue ver en las calles hace unos años grandes anuncios publicitarios en los que aparecía el tal Dalai Lama sosteniendo una lata de coca-cola. Cómo son las cosas: resulta que hay una línea recta que va desde el mismísimo Potala hasta Atlanta (Georgia, EE.UU.), y esta línea la sigue a pie juntillas todo un santón que se ha reencarnado no sé cuántas veces a lo largo de la historia de la humanidad.
Supongo que estas palabras te parecerán excesivas... Probablemente tanto como a mi me lo puedan parecen todas aquellas filosofías que tienen su origen en mantener controladas a las masas analfabetas.”
(Marzo de 2005:)
“Hola. Como continuación a mis últimos correos te envío un artículo muy interesante del actor R.Gere publicado en el diario EL MUNDO ayer mismo en el que se pone a las claras las verdaderas intenciones de este señor cuando nos habla del budismo y tal y tal: oponer un frente a China, principal rival económico de los EE.UU., su país.
El artículo no tiene desperdicio pero destaco el siguiente párrafo:
Permitir que China compre las armas y la tecnología más modernas de fabricación europea, que pueden ser utilizadas tanto en conflictos fuera de sus fronteras como en la eliminación del malestar dentro de ellas, como sería por ejemplo el caso de equipos de vigilancia, daría lugar a consecuencias calamitosas en Asia y también mucho más allá de este continente. Algo así no sería bueno para la India, ni para Pakistán, ni para Taiwan, y no es bueno en absoluto para Japón, nuestro aliado en Asia, que es la razón por la que yo apoyo la actitud del señor Koizumi de instar a la UE a que no levante el embargo.”
Creo que se han interpretado mal mis palabras. Jamás voy a pretender decirle a nadie de lo que tiene que hablar o escribir. ¡Nada más lejos de mis intenciones! De hecho comento que todos podemos interesarnos por cualquier tema. Puse como ejemplo otra religión, muy importante en el mundo, como es la musulmana. Su influencia histórica es indudable, también en la nuestra, la de España. Luego digo que pese a ello no puede interesarme tanto como si yo fuera musulmán, que no lo soy. La religión católica tiene, evidentemente, un peso no solo histórico, como dice muy bien Mapi, sino también actual.
ResponderEliminarNo pretendía cuestionar nada de esto. Lo que yo he subrayado ha sido lo que en mi parecer era una insistencia en un personaje religioso al que ridiculizar. Esta, en mi opinión, fijación por el personaje, es lo que me ha parecido desproporcionado. Por ello me ha parecido ver un problema en Juan Carlos.
Por ello puse el ejemplo de Rappel: alguien que me podría merecer un chiste, pero si insisto, algo serio tiene que haber ahí.
No he podido evitar una sonrisa cuando he visto escrito que Juan Carlos ha sido duramente criticado en el Blog. Criticado si, pero ¿duramente? Solo muestro mi desacuerdo. Si yo doy algún ejemplo de otras organizaciones privadas con gran peso en nuestra sociedad como FIFA o NBA se me acusa de un "todo revuelto". El caso es que la idea está bien clara y no necesito escribir ocho párrafos. En cambio Juan Carlos puede hablar de un historiador de la música y no revuelve nada.
Pero como no hay mejor defensa que un buen ataque, recurre a Engels para hablar de un "ateismo vergonzante", refiriéndose al agnosticismo.
Yo no tengo ningún problema: mi forma de pensar se asemeja a la de Alicia, pero es que además es vergonzante. Pero es que realmente no tengo ningún problema, pues no me tomo las cosas al pie de la letra. No presupongo mala intención e interpreto la idea que se me quiere trasmitir. ¿Porqué si yo "tengo la sensación de que tienes un problema" soy tan duro?
1.- Que me demuestre JP dónde he ridiculizado a Ratzinger. Cabe la posibilidad de que JP estime que cualquier cosa que se predique sobre Benedicto XVI sea una forma de menosprecio, en cuyo caso sería el propio JP quien estaría desairando al Papa porque, al no poder siquiera citarlo, estaríamos ante el “innombrable”. Que se explique JP en este punto.
ResponderEliminar2.- Insistir en la comparación entre el caso que se le puede prestar a Rappel –quien, en realidad, es un impostor- y el Obispo de Roma constituye una actitud indecorosa. ¿No podría JP buscar algún otro ejemplo de mayor categoría o, al menos, homologable al elemento principal de la comparación? Hace ya varios años decidí que, para mí, el término “rappel” significa única y exclusivamente “descuento sobre el volumen de ventas”, al margen de lo que algunos locos hagan en sus descensos en la montaña (el rappel es una manera de descender dejando deslizar el cuerpo por la cuerda).
3.- No está nada clara la comparación entre la FIFA y la NBA con la Iglesia Católica. Como tampoco estaban nada claras las explicaciones que algunos sociólogos (Amando de Miguel) daban en tiempos en cuanto al similar grado de afectación que pudieran mostrar los miembros de algunos partidos políticos (Partido Comunista) y los creyentes de cualquier religión. JP todavía no ha explicado este espinoso asunto planteado por él mismo.
Si la NBA se parece en algo a la Iglesia Católica entonces –preguntamos nosotros- ¿quién hacía las veces de Jesucristo, Kareem Abdul Jabaar?
4.- El ejemplo del historiador (ateo) de la música es pertinente porque en él se establecen los parámetros de la comparación que se quiere establecer. En definitiva se habla de la relación entre lo general y lo específico, o, si se quiere, entre el todo y las partes. JP no ha demostrado la inoperancia de la comparativa presentada, se limita a desecharla, sin más.
5.- Considero “dura” la crítica de JP a mi comentario porque en ella no se refutan las ideas planteadas sino que se realizan argumentos “ad hominem” que contrastan con el tono general del resto de sus intervenciones.