Castro y Sarkozy
[Publicado en Disemdi, el 26/02/08]
Tengo ante mí el ejemplar de un periódico –da igual, el que sea-, de hoy mismo, lunes, 25 de febrero de 2008. En las páginas de Actualidad –en otros casos será en Internacional- aparecen dos noticias resaltadas con igual alarde tipográfico (quiero decir: con la misma importancia para el equipo de redacción).
La primera noticia dice: Raúl Castro sucede a Fidel y seguirá con la revolución. La segunda dice: Nicolas Sarkozy, a un agricultor: «Lárgate, pobre gilipollas».
La repercusión de ambos hechos han sido los que han sido, pero me pregunto cuál hubiera sido la reacción de los medios, y de los pueblos, en caso de haberse producido exactamente al revés; esto es, si Fulanito de tal hubiera sucedido en el gobierno de Francia a Sarkozy y, en la otra noticia, Fidel Castro le hubiera dicho a un agricultor: «Lárgate, pobre gilipollas».
Seguramente estaríamos hablando de un ejemplo más de la dictadura que padece el pueblo cubano.
En Disemdi he puesto: … del mismo modo que tampoco es lo mismo que tu madre te diga que te va a dar una paliza a que lo haga un carcelero turco. Tu padre se encuentra en una sociedad occidental con derechos y deberes, mientras que el carcelero turco tiene más libertad de acción …
ResponderEliminar… supongo que no es necesario decir que en mi analogía Sarkozy es el padre y Fidel el carcelero turco …
...y claro, ¡como padre no peca!... Le pregunto a Orión si piensa que Sarkozy debería haber presentado su dimisión tras el "incidente".
ResponderEliminarClaro que se le debe pedir la dimisión. La diferencia con Castro es que si lo haces te puedes encontrar en la cárcel.
ResponderEliminarDesconozco si es cierto lo que dices, Julio. Afirmas con demasiada rotundidad que en Cuba te meten en la cárcel por pedir la dimisión del Presidente. ¿Sabías que en España está penada la quema de una fotografía del Jefe del Estado...?
ResponderEliminarPor otro lado, yo no he dicho que a Sarkozy se le deba pedir la dimisión. En mi comentario insinuaba que él mismo, ÉL, debería presentar la dimisión.
Pero es una peticiòn, JC. Y además, con razón.
ResponderEliminarPero no nos venza la pasión. Si en Cuba hubiese una democracia como la francesa, que es lo que todos deseariamos ahora mismo, ni siquiera nos importaría que Castro dimitiese o no por un quítame alláese gilipollas.
Los que queremos que dimita y de paso a la democracia cubana no es porque nos sintamos ofendidos en solidaridad con qilipollas ninguno que, dicho sea depaso, debía ser gilipollas.
Puedo estar de acuerdo con todos estos comentarios. Lo que en su día me llamó la atención fue que los medios de comunicación concedieran similar importancia a la esperada sucesión en el gobierno cubano y a esa gilipollez dicha por Sarkozy a un compatriota suyo...
ResponderEliminarAunque, por otro lado, bien pensado, la noticia decía que S. llamó gilipollas a un agricultor francés: teniendo en cuenta el gran poder e influencia social que tienen en nuestro vecino país los agricultores -no en vano, se dice que esta gente se lleva casi todo el presupuesto comunitario- la acción del Presidente francés podría ser considerado incluso como un acto de heroismo. Quién sabe.
Si al final nos va a caer el Sarko (por cierto, shark en inglés es tiburón). Ahora que parece que los gabachos se van cansando del idem
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