La "izquierda volátil"
Cada vez queda menos para las generales del 2008. Por lo visto serán en marzo… esto significa que pronto nos veremos inmersos en campaña electoral -si es que no lo estamos ya, o que en algún momento hayamos dejado de estarlo-. Aceptemos que la denominación “campaña electoral” se refiere a la campaña “oficial” y que esta empieza con ese ridículo acto de “pegada de carteles”. Todo lo que suceda con anterioridad sería “precampaña electoral”.
El diario EL PAIS publicó el domingo 11 de noviembre (es decir, en plena precampaña electoral) un artículo titulado El poder decisorio de la “izquierda volátil", de un tal César Molinas. Se trata de un texto de sociología electoral. No voy a comentar in extenso el citado artículo porque el resultado sería todavía más aburrido que el propio original de Molinas. Lo interesante del caso es que este es el primer artículo que he podido leer en relación con los interesados cálculos electorales de unos grupos frente a otros, de cara a las próximas elecciones. Encuestas ha habido muchas, y lo que te rondaré… pero sesudos artículos escritos con un lenguaje pseudocientífico habrá más, y este es el primero.
El objetivo del artículo es definir el concepto –clave para el autor en el sentido de que determinaría los resultados electorales en España- de “izquierda volátil”: votantes que oscilan entre el PSOE, IU y la abstención. Además, los votos de esta “izquierda volátil” serían realmente decisivos en detrimento del llamado “voto del centro” según el ambicioso estudio que el propio autor pasa a exponer. No diré nada sobre la pertinencia de esta cuestión, entre otras razones porque el propio “sociólogo” invalida su estudio con una aseveración final: “Quiero recalcar que este artículo ignora aspectos tan importantes del proceso electoral como la Ley d’Hont o la incorporación al censo de nuevas cohortes”. Lo que sí me ha llamado poderosamente la atención son tres elementos fundamentales que el autor ha intentado esconder con trampas pero que, a su pesar, son bien visibles.
1) El electorado del PP es fiel. (esto se intuye pero no se dice en el artículo).
2) Para que el PSOE gane las elecciones IU debe perder. (Este es el verdadero mensaje de precampaña electoral: si no quieres que tu voto se pierda, vota al PSOE).
3) Al parecer, hay una “ley de hierro” que dice: con una participación lo suficientemente alta y con un voto de IU lo suficientemente bajo, el PSOE siempre ganará unas elecciones generales, haga lo que haga el PP.
Lo que este César Molinas ignora es que no hay leyes de hierro. No hay una ley originaria que nos indique lo que va a suceder. Por eso fallan siempre los pronósticos electorales. Estas “leyes de hierro”, que están en construcción, se completan tras cada cita electoral y gracias a ellas, a lo sumo (en función de los componentes ideológicos del observador), interpretamos qué ha sucedido, no lo que está por venir.
El diario EL PAIS publicó el domingo 11 de noviembre (es decir, en plena precampaña electoral) un artículo titulado El poder decisorio de la “izquierda volátil", de un tal César Molinas. Se trata de un texto de sociología electoral. No voy a comentar in extenso el citado artículo porque el resultado sería todavía más aburrido que el propio original de Molinas. Lo interesante del caso es que este es el primer artículo que he podido leer en relación con los interesados cálculos electorales de unos grupos frente a otros, de cara a las próximas elecciones. Encuestas ha habido muchas, y lo que te rondaré… pero sesudos artículos escritos con un lenguaje pseudocientífico habrá más, y este es el primero.
El objetivo del artículo es definir el concepto –clave para el autor en el sentido de que determinaría los resultados electorales en España- de “izquierda volátil”: votantes que oscilan entre el PSOE, IU y la abstención. Además, los votos de esta “izquierda volátil” serían realmente decisivos en detrimento del llamado “voto del centro” según el ambicioso estudio que el propio autor pasa a exponer. No diré nada sobre la pertinencia de esta cuestión, entre otras razones porque el propio “sociólogo” invalida su estudio con una aseveración final: “Quiero recalcar que este artículo ignora aspectos tan importantes del proceso electoral como la Ley d’Hont o la incorporación al censo de nuevas cohortes”. Lo que sí me ha llamado poderosamente la atención son tres elementos fundamentales que el autor ha intentado esconder con trampas pero que, a su pesar, son bien visibles.
1) El electorado del PP es fiel. (esto se intuye pero no se dice en el artículo).
2) Para que el PSOE gane las elecciones IU debe perder. (Este es el verdadero mensaje de precampaña electoral: si no quieres que tu voto se pierda, vota al PSOE).
3) Al parecer, hay una “ley de hierro” que dice: con una participación lo suficientemente alta y con un voto de IU lo suficientemente bajo, el PSOE siempre ganará unas elecciones generales, haga lo que haga el PP.
Lo que este César Molinas ignora es que no hay leyes de hierro. No hay una ley originaria que nos indique lo que va a suceder. Por eso fallan siempre los pronósticos electorales. Estas “leyes de hierro”, que están en construcción, se completan tras cada cita electoral y gracias a ellas, a lo sumo (en función de los componentes ideológicos del observador), interpretamos qué ha sucedido, no lo que está por venir.
Igual EL PAÍS ya había caído en esto y nos tiene preparado un próximo artículo…
He estudiado estadística durante muchos años y he aprendido a apreciar el gran valor que esta tiene, así como lo malo que esta resulta en manos de desaprensivos. Pero cuando te encuentras con los torpes no hace falta haber estudiado tanto ... basta con un poco de sentido común.
ResponderEliminarLo que este sociólogo describe son unas variables reales y correctas, pero que no muestran más que una mínima parte de la realidad electoral que puede ser anulada, o no, por múltiples variables que este señor no cita, que también pueden decidir igualmente, o incluso más. Así, este señor nos encamina a una lotería, pero que él demagógicamente califica de "decisoria".
Entre un montón de disparates científicos, compara unas elecciones con otras trasladando todos los votos a una intención, como si todos los votantes decidieran por el mismo motivo, pero digo más, nisiquiera son las mismas personas. Si en estas elecciones votaran al PSOE 10 millones de electores y en las próximas también votaran otros 10 millones, ¿a caso son los mismos votantes? y los que coincidan ¿todos por el mismo motivo?
Este señor decide con mucha alegría que los votantes de todas las elecciones son las mismas personas con los mismos motivos.
La estadística dispone de unas herramientas para estimar todos estos grupos de población y que reconoce un margen de error por muestreo, que este iluminado parece no necesitar, y que por supuesto el no tiene margen de error ¿verdad?
Personalmente me dan mucho miedo los iluminados en política.
Tengo que decir que me encanta la política y respeto todas las opiniones, de hecho me enriquezco de todas ellas. También de la de César Molinas. Pero la estadística es algo más serio que lo que este señor pretende