Vaya por delante que nuestro himno no es un himno, en realidad es una marcha. Dicho esto, también dejaré anotado aquí que mi opinión es que nuestro mal llamado himno debería dejarse como está, sin letra. En todo caso, en nuestras victorias deportivas internacionales podríamos seguir utilizando el "la, la, la" que tantos réditos nos dio en su día con motivo de un programa de Eurovisión y que no ha perdido vigencia preciasamente gracias al himno (o marcha) de España. A santo de qué nos han surgido ahora las prisas para redactar una letra que, en la mayoría de los casos, como se está viendo, incluirá palabras vacías como "solidaridaz", paz, constitución de la libertad, libertad de la constitución y similares. Todo con el fin de que ni los "hunos" ni los otros, ni los tirios ni los troyanos, se molesten. Un himno "políticamente correcto". ¿Porqué no se introducen las 4000 propuestas que lleva registradas actualmente el "comité de expertos" en un ordenador, le dan a una tecla, y nos ofrecen una media aritmética de todos los himnos como un todo atributivo? ¿No tendríamos así un himno consensuado, que es de lo que, al parecer, se trata?
Mejor aún, yo dejaría a la célebre horda de monos de Stephen Hawking que escribiera la dichosa letra... si supuestamente, en un plazo adecuado, estos bichos serían capaces de escribir un soneto de Shakespeare aporreando una máquina de escribir, tampoco sería ésta mala ocupación para nuestros hermanos los monos, ahora que don Z les quiere otorgar la condición de personas.
Mientras tanto, aquí dejo un vídeo ilustrativo donde se aprecia la enorme creatividad y complicación técnica que supone la elaboración de un himno (o marcha) por parte de una horda de primates. Que lo disfruten ustedes: