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12 abril 2014

Respuesta a José Román Cubilot: ni Mas ni menos.

Respuesta a nuestro debate en Facebook a cuenta de Mas y el nacionalismo fraccionario:
Una vez acordado que aquí no se trata de ofender al contrario sino de contrastar ideas debo decir que compruebo que la propaganda nacionalista funciona a toda máquina puesto que han conseguido colocar el debate de la secesión en primera plana del debate político. Una opinión crítica, como demuestra ser la tuya, no debería pedir para Mas comprensión democrática sino el más profundo rechazo. Sus ideas son hermanas del nazismo más puro, puesto que ambas tienen su origen en el romanticismo alemán. Estas ideas pasaron a España fundamentalmente con Ortega cuando afirmó que la nación parte de la voluntad. Y esto no es así porque la nación no es un hecho de voluntad sino de existencia: a nadie le han preguntado nunca si quería ser español o catalán o ampurdanés. ¿Por qué la generación de Mas va a tener más derechos que sus antepasados o que sus descendientes? ¿Porque aquí se roba más? Y una vez lograda esa supuesta independencia ¿aceptarían luego otro referendum de unión a España? No lo creo: echarían al mar a los disconformes.
Para ser Cataluña nación independiente Mas no es consciente de que debería provocar primero una guerra civil en la región. Una vez superada esta, de ganarla con sus mossos de escuadra, debería iniciar otra contra España. Hablo de guerra porque sería el único modo de obtener esa independencia: no existe ningún estamento, parlamento, consejería, ayuntamiento ni dirección general en España ni en Cataluña con la potestad suficiente para declarar una escisión en nuestra nación. Ni siquiera un referendum a escala nacional sería válido. Y no lo sería porque los hechos de existencia no se deciden así, esto no es lo mismo que ampliar el Camp Nou o construir otro estadio.
A Mas habría que encerrarlrse en la teoría o en los libros y pretenda elevarlo a la arena provocaría efectos indeseados, expectativas injustificadas, etcétera, de parte de los ciudadanos catalanes y españoles que les podría llevar a tomar iniciativas “a cuenta” de esa supuesta independencia cuyos efectos nadie podría calcular ahora mismo con exactitud. “Total, como mañana seremos independientes ya no pago mi hipoteca...” y mañana le están embargando. “Tú eres un español y no tienes derecho a suspenderme el examen...” y mañana pierdo mi beca, etcétera, etcétera, etcétera. Estos son ejemplos pueriles, pero así empiezan las fracturas sociales y las guerras.
Tuto: no sé si aceptas o no esta llamada democracia, pero tus ejemplos de elecciones en el País Vasco, daría igual que fueran en Madrid o en Vitigudino, o que un separatista catalán lleve adelante libremente sus proyectos de escisión de la nación suponen que sí. Yo tampoco apaleo policías ni contenedores, pero manifiesto firmemente mi convicción de que estamos en una oligarquía partidocrática, un sistema político donde todos los partidos son monárquicos (todos, incluyendo Bildu o ERC) puesto que están financiados por esa monarquía. Por tanto, no juzgo la valia de tal o cual institución política por el número de votos que consiga en estas elecciones monárquicas amañadas.
La unión sentimiento-nacionalismo es puro nazismo. ¿Quien no tenga ese sentimiento nacionalista deja por tanto de ser catalán o vasco? Con facilidad podríamos indagar en el sentimiento de las personas, bastaría con estudiar someramente su biografía, sus adhesiones, su militancia, y entonces iniciar las purgas. La nación no es eso. Es otra cosa. La nación de Mas y de Bildu no es política, se sustenta en la butifarra o en el aurresku, señas de identidad que tienen su importancia antropológica o sociológica, pero nada más. Mas y Bildu no tienen derecho a levantar una nación sobre esas bases. No tienen legitimación histórica ni política.
Sinceramente, a un obrero deshauciado le sería totalmente indiferente que lo pongan en la calle nuestros actuales gobernantes, o los nazis Mas y Bildu.

6 comentarios:

  1. Anónimo3:26 p. m.

    O debate non está posto na proposta e aposta “soberanista” en Cataluña, na súa “folla de ruta” e no obxectivo final, a independencia o algo así. Se este fose o debate, non o habería porque séi que pensamos o mesmo deste proxecto de Mas e os demáis.
    Decátome agora.... me percato justo ahora de que estaba escribiendo en Gallego, usted perdone, resulta que acabo de escribir algo enfeisbuk en ese idioma y aún no había cambiado el chip, increíble pero cierto. Bueno, no tan increíble en mí, cuya neurona cada vez tarda más en actualizar su sofware.
    El debate tampoco está puesto en si un sistema político que se dice democrático en un país consitucionalmente monárquico y de integridad territorial inalterable, hace bien o no en permitir en su seno y legalizar partidos políticos cuyo objetivo sea subvertir drásticamente esos principios, por republicanos o independentistas. Si ese fuese el debate, habría mucha tela que cortar. O no.
    El debate que plantea JC a mi me parece simplista precisamente por eludir los dos anteriores, que son el padre y la madre de la cuestión, y porque recurre a argumentos simples por radicales e intransigentes, aunque estén bien razonados, elaborados e incluso fundamentados, como, todo esto sí, es habitual en él. La elaboración, las razones y los fundamentos se desmoronan cuando le llevan a considerar que Mas es, por su intentona, reo de prisión e incluso de muerte si esta pena hubiese en nuestro código penal. Olvida JC que sí que la hay, la pena de muerte, para caso de guerra, y como le veo considerando esta cuestión secesionista como casus belli, debería ya reclamar sin reservas el paredón para la banda de Mas, si es ese el expeditivo método contemplado en la Constitución, que no lo sé. Quizás le corresponda...¿el ahorcamiento por el cuello hasta morir? ¿el garrote vil? ¿el desmembramiento a tirón de caballos? ¿la píldora abortiva “de los 18000 días después? Tieempo habrá de salir de dudas, ahora no me voy a levantar, que estoy al sol que menos calienta (el gallego).
    Uf, tengo que reposar la neurona, entre el sol y la pantalla está fervendo, vouna poñer á sombra (¿con Mas?)
    AMADO BH

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  2. Respondo gustoso a las amables palabras de Amado sobre las que me permito no obstante presentar una enmienda a la totalidad puesto que opinio que hierra el tiro. En primer lugar es mi obligación informarle que en España se abolió la pena de muerte en tiempo de guerra mediante Ley Orgánica 11/1995, de 27 de noviembre, BOE del 28, así que, por tanto, ni garrote ordinario, ni garrote noble podríamos utilizar contra Mas... tampoco el garrote vil, como merecería, y como bien ha sugerido el propio Amado, quizá llevado por el subconsciente, ya que este modo de muerte era el que se utilizaba contra "delitos infamantes sin distinción de clase". Teniendo en cuenta que Mas está llamado por sus vocecillas interiores a alcanzar en un futuro la distinción de Jefe del Estado en su pueblo, no cabría mayor vergüeza para la familia, cuya esposa a buen seguro ya se ve departiendo con la señora de Obama o la de Putin ventilándose una butifarra light en las celebraciones de Sant Jordi... Pero no habrá tal.

    Amado dice más. El debate le parece simplista porque no recoge el objetivo final del nacionalismo fraccionario: la independencia, y además, según él tampoco he profundizado en la realidad de que estos partidos políticos están legalizados por el estado...

    ¡Pero si no hemos hablado de otra cosa! ¿Debería escribirlo en letras de molde? ¿Si lo pongo en catalán se entenderá mejor?

    Con respecto a la independencia, ya he comentado por activa y por pasiva que es ilegal. Cualquier acto político que se realice debería ser prohibido y sus convocantes puestos a disposición judicial: si un solo Ayuntamiento de Cataluña cediera los censos para el llamado referendum de independencia o cualquier otro acto ilegal deberían ser además juzgados con arreglo a la Ley de Protección de Datos, en su pena máxima, y aqui hablamos de cientos de miles de euros para los responsables.

    Nuestra oligarquía de partidos está basada en el consenso. Esto significa que los nacionalismos tienen derecho a hablar de lo que quieran, ¡pero no tienen derecho a disolver el estado! En caso de que España fuera una democracia, con separación de poderes y representatividad de los electores, nuestro Parlamento trataría los temas que de verdad importan a los españoles y no dedicaría ni una sola página del Diario de sesiones a tratar cómo el presidente de una comunidad autónoma se empeña en declararse independiente. Los problemas con la justicia de este presidente -fondos de empleo de la UE destinados a gastos electorales de su propio partido, entre otros- los debería aclarar en tal caso ante tribunales independientes de una democracia, no sujetos al consenso político como lo están los que ahora padecemos en esta oligarquía.

    Sí, Amado, a Mas habría que sancionarlo con arreglo a las disposiciones legales vigentes en nuestro ordenamiento jurídico. Vale que rechaces la pena de muerte para él, aunque bien pensado no sería para tanto: Sócrates la eligió a otra pena todavía mayor. El exilio hubiera sido para él realmente insoportable así que prefirió la cicuta. Pero este Mas... si su obra política está fundamentada en colocarse en un sillón más lujoso que el que ahora cubren sus posaderas, pareciéndole poco la Generalitat ¿cómo lo podríamos comparar con un Sócrates?

    Descartemos la pena de muerte porque no existe. Pero sí los artículos 544 y 545 del Código Penal español donde se castiga el delito de sedición.

    En este punto comenzó el debate, y todavía no he leído ningún argumento en contra.

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  3. Anónimo10:55 p. m.

    jÓ, TÍO, peero si solamente era el prefacio de mi simple refutación a la simple exposición tuya, amigo JC. Menudo varapalo!. Menos mal que ya te conozco y no me sorprende tu esgrima, más bien me sorprendería tu silencio. ¿Qué más mamporros me propinarás cuando plasme mi irrefutable, definitiva y SIMPLE anulación, por negación de la mayor, de toda tu argumentación?
    Pues está al caer, paciencia y barajar. Ah, no olvidaré de refutar, de paso, todo este estrambote que arriba lanzas como irrebatible corolario de tus tesis. No me dará más trabajo, porque lo que vale para la enmienda a la totalidad, vale para sus variantes.
    HAY MUS
    (Amado BH)

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  4. Anónimo7:12 p. m.

    Si se respetase siempre la legalidad, si nadie se opusiese a ciertas leyes cuasiviolentamente, y sin el cuasi también, Gallardón no dejaba abortar ni a la mantis religiosa, por serlo, ni al “cabaliño do demo”, por no serlo. Item más: sin airada oposición de la legalidad vigente, la mujer no podría votar, aún veríamos a esclavos con su fresa negra por las calles (bueno, los vemos con su Black-berry, pero esa es otra), Cuba habría sido franquista en vez de castrista (lo que habría sido mejor, porque duró menos aquél que éste), Crimea no habría vuelto a su amada Rusia y Escocia no estaría a punto de celebrar un referéndum. Hoy lo ilegal es la discriminación por sexos, lo es la esclavitud, lo sería la reconquista de Cuba, casi lo sería ya la de Crimea (faltan dos telediarios) y sería ya ilegal no dejar votar a los de la faldita (y a sus maridos, digo mujeres).
    Si es un partido o ideología políticos son legales en “este país”, porque cumplen todos los requisitos exigidos por ley para serlo, incluída y sobre todo la llamada “ley de partidos”, se infiere la legalidad de todos los métodos que utilicen sin infringir esas leyes, para intentar conseguir sus fines. Si éstos son la independencia, pues están legitimados para intentar lograrla. No es legítimo, aunque sea legal, es una trampa de ley, es una incoherencia abusiva, autorizar su existencia pero no dejarlos vivir, es decir, impedirles, por ley, alcanzar su objetivo. Para ello debería bastar nada más y nada menos que con su fuerza en las urnas. Y lo más que se les puede exigir es mayoría cualificada EN SU TERRITORIO, pues si la ley les exige mayoría estatal (cuando la representación es provincial), está haciendo trampa.
    Sea o no sea tramposa la ley, que eso depende (¿de qué depende?, del color del cristal), lo que es simplemente innegable, y eso no depende nada más que de los dedos de frente que midan nuestra frente, y yo soy calvo, es que tienen que poder recorrer todo el camino...Y CRUZAR LA META, no encontrar una pared al llegar a ella. Si se les pone la pared y no hay puerta en ella, no les queda otra que derribarla o saltarla. A Escocia le han abierto una puerta, Crimea abrió un boquete, no sin alguna magulladura,... Cataluña parece que tendrá que saltarla. ¿Qué es ilegal arrimar una escalera, saltar la pared? Pues a ver, a ver qué pasa. Legítimo es, carallo. O sea, que se les legaliza la existencia, es legal su programa, su concurrencia a sus urnas y hasta su victoria, pero entonces, si ganan los votos, si suman aplastante mayoría, se les dice STOP, que la ley no os deja pasar. Es como si el Madrid marca más goles que su rival en la final de la Champions (que los marcará) y tras el pitido final, la FIFA les dice que legalmente no les corresponde la Copa, porque está establecido que para ello hace falta que el Papa diga amén. Sería ilegítimo, ya que no legal, que el Papa no abriese la boca.
    Mutatis mutandi, es como si un partido republicano ganase el gobierno de un estado monárquico por mayoría absoluta y no cambiase la constitución, porque lo legal es la Monarquía (ya sé que aquí ha pasado eso, ya, mecachis en la mar). La legalidad hay que cambiarla cuando el pueblo lo pide. Y el pueblo catalán está pidiendo un referéndum, que se hará y que ganará el independentismo, no habiéndolo ganado sin la pared legal enfrente. Para el deseo de un pueblo no puede ser obstáculo lo que otros pueblos deseen.
    Es así de simple, aunque mi natural retorcimiento mental no me lo haya dejado exponer con mayor simpleza.
    No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo (Evelyn Beatrice Hall en una biografía de Voltaire, que no dijo tal cosa). Bueno, yo no llegaría tan lejos como a defender con mi vida el derecho de los catalanes a su independencia, pero debatir, debato, y si no me traes carne, te mato

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  5. 1º Si unos partidos legales presentan legalmente un programa y una declaración de intenciones, como la de realizar una consulta popular para ver si el pueblo quiere o no un estado propio, si el Estado permite esos programas y esa promesa electoral, entonces, en el caso de que aquéllos partidos saquen mayoría parlamentaria y además formen gobierno de coalición, no sólo tienen derecho, sino que, además, están obligados a cumplir programas y promesa. y a realizar la consulta. Y el Estado está en la obligación, que ya adquirió al permitir aquéllos programas y promesa, de legalizar, apoyar y facilitar la consulta, pues aquél Parlamento y Gobierno autónomos son también, de momento, Estado. Lo contrario sería, es, trampa de ley.

    2º No es legítimo obligar a un pueblo a pertenecer a un Estado en el que no quieren seguir. Si sólo la fuerza militar puede hacer efectiva esa pertenencia, la legalidad que así se impone no es legítima. Es la ley del más fuerte, la ley de la selva, la ley de las cavernas, la eterna ley de las tribus humanas. Es legal. No hay derecho, no es legítimo. Paremos ya la razón de la fuerza. Usemos la fuerza de la razón. Seamos realista, pidamos lo imposible

    3º (Porque no hay 2 sin 3) Cuando no se sabe qué hacer hay que aprender de los maestros: En El Reino Unido es legal el SNP (Partido Nacionalista Escocés), que ganó las últimas elecciones “autonómicas” y formó gobierno, consecuentemente, el Ministro Principal de Escocia expresó su intención de consultar al pueblo como paso previo e imprescindible para escindirse del estado británico, y el gobierno central autorizó la consulta, que se celebrará el próximo 18 de Septiembre. La pregunta que se presenta al pueblo escocés es simple: “Debería Escocia ser un país independiente? Si o No”
    Lo que Escocia sea después lo será democrática y pacíficamente, no hará falta guerra para conseguirlo ni para impedirlo. Yo que ellos, votaría seguir siendo ciudadano del Reino Unido, me encontraría muy a gusto en un Estado que ha demostrado ser tan profundamente democrático.

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    1. Mientras observo desde las gradas del polideportivo de Moralzarzal el entrenamiento de fútbol de Gustavo te adelanto por dónde va a ir mi respuesta a tu resumen del tema que nos ocupa. Lo haré en forma de titulares porque el tema necesita profundizar un poco más.

      1. Como no soy jurista ni conozco el programa electoral de CIU pido una moratoria para dar mi opinión en este punto. Ahora bien, estimo que si el congreso ha rechazado la propuesta del parlament no hay más que hablar. Concedo que la Comunidad Catalana es cuerpo del estado... pero por eso mismo debería acatar lo que una instancia superior le ordena ¡o es que vivimos en la selva!

      2. Te informo que la ley solo puede aplicarse mediante la fuerza, o mediante a la promesa del recurso a la fuerza. Si no, ni es ley. En este punto me recuerdas a un Zapatero y su Pensamiento Alicia...

      Además, hablas de Cataluña como si fuera un pobrecito pueblo oprimido, una colonia, o un estado sojuzgado por otro... CATALUÑA ES ESPAÑA. No hay pueblo catalán frente a pueblo español. Parece mentira que te expreses así tras nuestros debates en torno al reino de Aragón, etc.

      3. Me parece indignante, perdona Amado pero tengo que decirlo así, que continúes mencionando el caso escocés cuando te he demostrado en reiteradas ocasiones que ambas situaciones son incomparables, puesto que Escocia fue estado independiente hasta inicios del siglo XVIII, y se unió voluntariamente al Reino Unido mediante Acta ratificada en ambos parlamentos. Por tanto, jurídicamente existen bases para plantear una escisión como la actual. Yo también creo que se equivocan puesto que lo único que pretenden es gestionar las grandes bolsas de petróleo recién descubiertas en sus costas, a pesar de que ya hay más lazos que unen a las dos comunidades que diferencias.

      Pero esto es otra cuestión. El caso es que Cataluña es tan española como el cocido manchego. Diría más: lo que conocemos por España tiene en su esencia a Cataluña (y a el Bierzo, y Asturias, y Galicia...) ¿es tan complicado de entender?

      Me permito un último corolario (que espero sirva como argumento definitivo):
      Quién es la comunidad autónoma, cualquiera de ellas, para decidir, aunque sea mediante ley regional, que desde tal fecha sus ciudadanos dejarán de pagar a la hacienda pública estatal, o no permitirán el paso o establecimiento de las fuerzas de policía o el ejército, o que dejarán de cumplir en su territorio el código penal, o el civil, o el uso de la moneda en curso... etcétera.

      No podrían. Esa disposición se tomaría como nula de pleno derecho, y a buen seguro sus promotores perseguibles legalmente.

      Vale, ahora pensemos en un supuesto intento de disolución del estado con todas esas anomalías juntas. Es de locos!!

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